Cocinar es una de esas tareas rutinarias que, con mayor o menor gusto, todas las personas acaban realizando en algún momento de su vida. Sin embargo, y aunque pueda no parecer tan importante, a cocinar también se aprende, y eso es a lo que se dedican en la especialización de Hostelería y Turismo en el Centro Integrado de Formación Profesional Paseo das Pontes, en A Coruña.
“Aquí lo que damos es una base para que nuestro alumnado esté bien preparado cuando salga a trabajar a restaurantes y grandes hoteles», cuenta Beatriz Sotelo, chef y docente de cocina en este mismo centro. «Además, enseñamos todo tipo de cocina, pero sí que nos centramos también en la gastronomía local y en el empleo de productos locales, quilómetro cero y de temporada”, añade.
Sotelo recalca que este tipo de productos tienen mejor precio, sabor y calidad. Entre los ingredientes de la provincia que suelen utilizar, se encuentran la cebolla chata de Miño, el repollo de Betanzos y la patata de Coristanco. Para este centro, es fundamental que el alumnado conozca los sabores de A Coruña.
Un aprendizaje que requiere paciencia y mucha práctica
«La cocina se enseña con paciencia, pasión, dedicación y, para mí, es una filosofía de vida», asegura esta cocinera y docente. «Aquí tenemos una parte teórica, pero en la práctica es donde mejor aprenden, porque la mejor forma de que aprendan, es que lo hagan ellos”, incide.
Sotelo termina hablando de cómo colaboran con los hosteleros de la zona para las prácticas de la escuela, y de cómo es necesario dar más visibilidad a las mujeres en el mundo de la gastronomía. Por último, anima a todas las personas a que se acerquen hasta este centro de Formación Profesional para conocer todo lo que tienen para ofrecer.