Aunque sigue siendo una parte de la costa gallega desconocida para mucha gente, el tramo que discurre entre el cabo Ortegal y la entrada de la ría de Ferrol esconde algunos de los parajes más fascinantes, tanto por su relevancia científica cómo por su belleza. La segunda entrega de la serie de vídeos del departamento de Turismo de la Diputación de A Coruña los elevan sobre los que son unos de los acantilados más altos de la Europa continental, los de Herbeira, hasta la entrada de la ría de Ferrol, en el puerto de Mugardos.
El viaje comienza en los farallones del cabo Ortegal, que emergen de las aguas, y que representan una joya geológica. En esta Punta dos Aguillóns se observan las eclogitas, rocas originadas a grandes presiones y muy poco habituales en la superficie de la Tirra.
El periplo continúa hacia los acantilados de Herbeira, coronados por la Garita. Rodeados de los caballos salvajes y otras especies que se mueven por la zona, como se estuviéramos en una zona de montaña, nos asomamos al mar desde más de 600 metros de altitud. A sus pies, espacios fascinantes como la playa de arena negra de Teixidelo vuelven a poner de manifiesto la gran relevancia geológica de esta costa.
Entre lo mítico y el real está San Andrés de Teixido, destino de peregrinaciones, y no menos espectacular resulta el paraje del camino hasta Punta Candieira, un faro que se yergue majestuoso.
Al cobijo de la ría está Cedeira, principal puerto de este tramo de costa. Y después de la Punta do Brual se suceden extensos arenales como Pantín o A Frouxeira, salpicados por salientes como el que lleva el nombre de esta última playa, con un faro de diseño vanguardista que sobresale en el agreste paisaje.
El cabo Prior, ya en el ayuntamiento de Ferrol, es una de las atalayas más amplias para contemplar el norte de la provincia de A Coruña. Desde la costa de Cedeira, al nordeste, hasta el comienzo de la Costa da Morte, al sudoeste, podemos observar en los días claros más de 100 kilómetros de litoral con sus entrantes y salientes.
Después de Doniños y Prioriño entramos en la ría ferrolana, custodiada por los castillos en la estrecha bocana. Esta etapa del viaje finaliza en el puerto de Mugardos, en la orilla sur de la ría. Y continuará.