Bienvenidos a la nueva entrada de Consenso Blockchain. Y muchas gracias por la acogida de estos primeros textos! Aquí puedes leer las primeras entradas.
La canción de esta semana une dos cosas que me fascinan: la música electrónica evocadora de Max Cooper y las estructuras que generan los copos de nieve. Ah, sí, y también un título que da pie a introducir el tema de hoy. Reflect significa reflejar y también reflexionar. Y como veremos, el valor puede verse reflejado en el precio, y ese “puede”, deber a la reflexión.
Hace un par de veranos estaba en una remota isla griega con dos amigos locales. Como buen gallego, el acceso al agua es algo en lo que no tengo que pensar porque en Galicia hay agua en todas partes. Pero en una isla desértica, con 35ºC de temperatura media, solo pude soltar un what about the water? Mis amigos me explicaron con toda la normalidad del mundo que el precio del agua en Grecia está regulado por el gobierno, por eso es tan barata en todas partes. Es más, cuando llegas la cualquier bar, el primero que hacen es servirte una jarra de agua y poner vasos, antes de que pidas nada. Es gratuitamente.
La relación entre el valor y el precio es paradójica. Sin el aire y sin el agua, no duraríamos mucho y, sin embargo, su precio es cero o ridículo. Pero cuanto podrías llegar a pagar por una botella de agua en un desierto o en una remota isla griega a 35ºC? Obviamente y según las circunstancias podrías llegar a pagar muchísimo. El agua es tan valiosa en esa circunstancia que tuvieron que limitar el precio de forma legal.
Hasta aquí el ejemplo fácil. El valor del agua viene de su utilidad, en este caso vital, tal y como dice la primera acepción de la RAE. Pero si miramos a la reserva de valor más famosa, el oro, no parece que sea ni muy útil ni que la calidad del oro sea superior a la de otros metales. ¿Por qué el oro es tan valioso entonces? ¿Por qué no cualquier otro material de la tabla periódica? ¿Por qué el ser humano históricamente usó el oro como valor?
Los que saben dicen que algunas propiedades, como la capacidad de no oxidarse, su fácil transporte, que sea maleable, estéticamente atractivo y algo escaso, lo hacen interesante como metal de intercambio. Pero hoy en día, nuestras monedas no están físicamente hechas de oro, y la mayor parte del comercio se hace de forma digital, incluso el comercio de oro se hace sin casi tocar un lingote. Y sin embargo sigue siendo utilizado como reserva de valor. Para mí sigue siendo un misterio saber por qué es tan apreciado. Lo único que se me ocurre es que valga eso porque los seres humanos como conjunto “nos creemos” que vale eso. Y de esa creencia nace un número que refleja ese valor, el precio.
La frase «todo necio confunde valor y precio» es de Antonio Machado. Aunque Quevedo acuñó una parecida mucho antes: “solo el necio confunde valor y precio”. Creo que todos podemos estar de acuerdo en que es una verdad como una catedral. Por muchas de las cosas más valiosas de nuestra vida no pagamos nada. Pero seguramente todos alguna vez, yo el primero, caemos en la trampa de confundir valor y precio. Y no somos necios. Por eso me gusta más la frase de Machado, porque el disparate implica confusión pero no al revés, no así la de Quevedo, que te llama necio en cuanto te despistas.
Aprender sobre criptomonedas y blockchain te hace repensar cosas que parecían inamovibles. Desde qué es el dinero, la técnica detrás de blockchain, la desconfianza como base para el consenso, o como en este caso: lo que es o no valioso y su relación con el precio que le asignamos.
Los romanos pagaban a los soldados y trabajadores públicos un salarium, es decir, un sueldo con sal, ya que era un producto muy valioso y apreciado. Pero si hay algún material que durante toda la historia de la humanidad ha sido símbolo de algo valioso es el oro. Las grandes joyas o la medalla más importante tenían en el oro un valor también simbólico. Además, como hablábamos la semana pasada, un billete o moneda representaba una porción de oro guardada en el banco central, pero desde hace unas décadas esto ya no es así. Y sin embargo el precio del oro sigue en niveles sumamente altos. ¿Por qué?
El Gold-to-Decent-Suit ratio es un refrán que dice que con una onza de oro puedes comprar un buen traje. Evidentemente hay trajes de todos los precios. Pero detrás de la broma hay algo de cierto. Si te fijas en la imagen de este artículo verás como durante cien años esto es más o menos cierto con el oro. Pero lo interesante viene cuando nos fijamos en el dólar. ¡Se ha depreciado un 88%! Sí, nuestra amiga la inflación. Es decir, no es que el oro suba de precio, es que el dólar baja. Por este motivo al oro le llaman reserva de valor.
La cuestión es que en 2008 un tal Satoshi Nakamoto inventa bitcoin, y escribe lo siguiente:
«Como experimento conceptual, imaginemos que hay un metal base tan escaso como el oro, pero con las siguientes propiedades:
– de color gris aburrido
– no es un buen conductor de la electricidad
– no es particularmente duro, pero tampoco dúctil o fácilmente maleable
– no es útil para ningún propósito práctico u ornamental
pero tiene una propiedad especial y mágica:
– puede ser transportado a través de un canal de comunicaciones
Si de alguna manera adquiriera algún valor por cualquier razón, entonces cualquiera que quisiera transferir riqueza a larga distancia podría comprarla, transmitirla y hacer que el receptor la vendiera.
Satoshi Nakamoto, Agosto de 2010.
¿Será bitcoin una nueva reserva de valor digital? Nadie lo sabe. Pero solo con la expectativa de que pueda serlo, su precio se dispara, como ha ocurrido en los últimos años.
¿Cómo de cerca está bitcoin del oro en términos de precio? Si multiplicamos el precio de un lingote de oro por todos los lingotes existentes tendremos 11 billones de dólares, si hacemos lo mismo con bitcoin tenemos 1 billón de dólares. Es la llamada capitalización de mercado o marketcap. Los maximalistas de bitcoin creen que superará al oro, es decir, esperan que su precio se multiplique al menos por 11. Los minimalistas de bitcoin creen que vale nada o casi nada.
El precio del Bitcoin ha variado muchísimo en los últimos tiempos. También el oro sube y baja de precio. El precio cambia en función de los acontecimientos y las percepciones de la gente. Y tanto el oro como el bitcoin y las criptomonedas varían su precio, con mayor o menor volatilidad. Además dada su naturaleza experimental, son activos de reserva de valor o de inversión muy arriesgados.
¿Cuánto vale entonces bitcoin y cuanto cuesta? El precio se lo ponen el mercado y el valor se lo pones tú. Si crees que cuesta menos de lo que vale compras; si crees que cuesta más de lo que vale, vendes. Este “sencillo” principio es lo que rige el llamado Value investing. Fíjate en el incremento de precio de bitcoin, el oro y las 500 principales empresas americanas:
La subida de precio de bitcoin y las criptomonedas en los últimos años es algo que se ve pocas veces en la historia. De hecho, la mucha gente le llaman la atención los grandes cambios de precio, tanto para aproximarse buscando un gran beneficio como para alejarse evitando un gran riesgo. Las dos posturas me parecen razonables. Pero no seamos necios, la reflexión que se abre con las criptomonedas es sobre algo mucho más importante que el precio, su valor.