Consenso, la fiesta del blockchain

La fiesta del bloque

Las “block parties” son las fiestas del bloque en el Reino Unido, que sería algo así como la fiesta del barrio de aquí pero más pequeña todavía. La gente se reúne en la calle con los vecinos del bloque y su comunidad local a festejar y divertirse. Como pasa aquí, que hemos venido a aprender y a divertirnos.

Bloc Party, el grupo que pone banda sonora a este primer artículo, tomó su nombre de estas fiestas. Lo he elegido por el evidente juego de palabras con blockchain y porque esto es una fiesta de inauguración, ¿no? Además tiene la energía necesaria para emprender el camino de aprender algo que puede cambiar tu percepción del mundo. ¡Ahí es nada!

La fiesta del Blockchain

Pero vamos a nuestro tema: mientras escribo estas líneas, la fiesta del Blockchain, una tecnología que tiene poco más de diez años, ya muestra los siguientes números:

• 2.000.000 Millones de dólares de valoración
• 200.000 Millones de dólares de intercambios en las últimas 24 horas
• +4.000 criptomonedas

Y, a diferencia de las fiestas en tiempos de Covid-19, a esta sí puedes asistir. Pero ojo, no sabemos si se acabará mañana y todo valdrá CERO. O si estamos ante la tecnología que cambiará para siempre la forma en la que transferimos valor.

Aunque parece que esto sólo va de pasta y las noticias suelen ser sobre cuánto ha subido o ha bajado bitcoin. En esta fiesta, como en cualquier otra, los intereses y la forma de diversión tienen diferentes perspectivas y matices. Hay quien sólo ha venido a especular, hay quien ha venido a aprender, otros a descubrir la tecnología, otros a curiosear y, la mayoría, a una mezcla de las anteriores.

En esta fiesta hay gente que acaba de llegar y otra que lleva aquí casi desde el principio, algunos se lo han pasado muy bien, otros han tenido menos suerte. Si te sientes incómodo al entrar en la fiesta, es normal, aquí las cosas funcionan diferente. Pero no te preocupes, yo estoy aquí para hacer de cicerone. ¿Vamos allá?

Blockchain: ¿Dinero sin bancos?

Seguro que tienes una cuenta bancaria y una tarjeta de crédito o débito. Es imposible no tenerlas hoy en día. ¿Como funcionan? Lo sabes bien. Una organización llamada banco, tiene la responsabilidad de guardar las transacciones entre tu cuenta y el resto de cuentas. Otras cuentas están en otros bancos, pero no hay problema, los bancos se relacionan entre si en el sistema bancario. En España, éste está regulado por el Banco de España en primera instancia y por el Banco Central Europeo en última. En casi todos los países es más o menos así. La cuestión es que este sistema funciona y funciona bien. La gente normal no tememos que nuestro banco nos haga desaparecer el dinero de nuestra cuenta. ¿O sí?

Ahora sitúate en 2007 y 2008, la gran crisis financiera en la que pensábamos que el sistema en el que confiábamos se nos venía abajo. Pasábamos el día mirando la prima de riesgo, “Super Mario” Draghi nos decía que haría “whatever it takes” para preservar el euro y Sarkozy y Bush proponían refundar el capitalismo. El sistema había fallado. Así, ingentes cantidades de dinero público fueron a parar a los bancos (12 años después no han sido devueltas), países de la zona euro con corralitos bancarios o incluso países en los que parte de tu dinero del banco se volatilizaba. Sí, ya sé que fue una época muy concreta y que afortunadamente salimos de ella, pero siempre es bueno aprender la lección. ¿Qué lección?

Quizás la primera es que no sabemos muy bien cómo funciona una de las herramientas que más influye en nuestra vida, el dinero. Otra es que en determinadas situaciones las reglas que eran sagradas, se convierten en menos sagradas. Y que seguro, seguro, solo hay una cosa.

Pues bien, en este contexto, y siguiendo ideas cypherpunk, un pseudónimo publica un artículo científico (ver PDF) en el que se describía un sistema monetario sin bancos. Gracias a la combinación de tecnologías criptográficas se desintermediaba la creación e intercambio de una moneda virtual sin necesidad de una autoridad central (como el Banco Central Europeo) ni la necesidad de intermediarios (como los bancos tradicionales). Satoshi Nakamoto, el ya famoso pseudónimo, poco después llevaba ese artículo a un programa informático de código abierto, que increíblemente ¡funcionaba! Había nacido Bitcoin, la primera blockchain, que sigue funcionando desde 2009 ininterrumpidamente hasta hoy.

¿Cómo funciona? Bueno, eso lo dejamos para la semana que viene 😉