El consumo de helados ya no es exclusivo del verano, a día de hoy está normalizado durante prácticamente todo el año. No obstante, siempre se alerta sobre la importancia de una ingesta moderada de este producto debido al alto contenido en azúcares y grasas que presentan.
Sin embargo, este sector se está transformando y, un ejemplo de esto, es A Factoría Ecolóxica, con su marca comercial, The Bio Factory. Broder Fernández-Obanza y Antonio Gómez son los responsables al frente de la empresa, quien revelan que la idea surge a raíz de su inquietud por “llevar alimentos ecológicos a los consumidores y accesibles en iniciativa y precio”.
Ciertamente, señalan que cuando comenzaron, en 2010, “el mercado de helados ecológicos estaba aún por desarrollarse“, además que las marcas industriales no facilitan esta tarea pero, a pesar de todas las trabas, se propusieron hacer un helado que fuera “totalmente lo contrario, sin grasa, un producto sano y saludable”, comunican. Y finalmente lo consiguieron.
Cuando comenzaron, hace cuestión de 12 años, solo existía una marca de helados ecológicos en España y, en la actualidad, esta firma de A Coruña es la única gallega. En este sentido, A Factoría Ecolóxica emplea únicamente ingredientes ecológicos y de proximidad, a lo que Broder Fernández, uno de los responsables de la marca, alega que “los ingredientes, además de ser ecológicos, son sin gluten, sin huevo, ni tampoco mantequilla”, por lo que ofrecen helados diferentes a mayores de los convencionales.
Productos: sabores y formatos
En un primero momento, la marca ofrecía una gama básica de cinco helados, pero ahora disponen de alrededor de unas 70 variedades, entre las que se encuentran productos para alérgicos y veganos. Una fiesta hasta para aquellos que tienen intolerancias, alergias alimentarias o para los que excluyen la proteína de origen animal de su dieta.
Además de los sabores clásicos, que triunfan siempre, como son los de fresa, chocolate, limón, nata y vainilla, uno de los responsables destaca que en su heladería venden muy bien los de “chocolate negros y frutas tropicales como el coco, el maracuyá o el mango”.
En lo tocante a las opciones veganas, uno de los responsables de la marca cuenta que es un producto que ofrecen “desde el primero momento” pues, como querían hacer un helado sin materia grasa, optaron por hacerlos sin leche. De esta forma, explican que “tras muchas pruebas, ensayos y errores” alcanzaron el producto que querían, a lo que Broder Fernández añade, decisivamente, que su empresa no se apuntó recientemente “al carro de la moda del veganismo que existe hoy en día”.
Una vez elaborado el helado, se le da forma. Así, la marca coruñesa ofrece multitud de formatos entre los que se encuentran los polos, los botes de medio litro, los vasitos, los botes de vidrio y los formatos a granel para heladerías y hostelería.
A este respeto, especifican desde la empresa que todos los formatos se venden “relativamente bien”. Además, señalan que este año triunfaron con uno nuevo diseño, los Bio Pop, que son polos de helado en palo personalizables, en efecto, “los primeros que aparecieron en el mercado de producción ecológica”, revela Fernández.
Certificación ecológica gallega
Este producto gallego se caracteriza, principalmente, por ser ecológico y por la disminución de materia grasa, en el caso de las opciones elaboradas con lácteos, y de los azúcares, en todas las opciones, gracias a que los ingredientes son recolectados en el punto de maduración real. En este sentido, el ingrediente principal en el caso del helado normal es la leche de vaca y el sabor en cuestión, mientras que en el caso del helado vegano, destaca el alto porcentaje de fruta.
Así, The Bio Factory es el único fabricante de helados que está en el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica (Craega) por lo que todos los ingredientes que usa son ecológicos y están aprobados por este organismo, de modo que pasan por un proceso administrativo para tener la seguridad de que son ecológicos.
Además, la mayor parte de la materia prima que emplea esta firma es gallega, de kilómetro cero. Así, en el caso de la leche, uno de los componentes principales, provienen de la principal granja de producción ecológica de Galicia, ubicada en Ordes. No obstante, también trabajan con algunos ingredientes de origen necesarios para elaboración de determinados sabores, como chocolate de Madagascar o el mango Alphonso, entre otros.
Broder Fernández expone que su marca no emplea, por convicción, “aromas, colorantes, aditivos ni pastas de alto contenido de origen graso”, a lo que agrega que que “la productora ecológica no permitiría estos añadidos”. A este respecto, uno de los responsables aclara que los helados se hacen “con muy pocos ingredientes, en el caso de los que llevan leche de vaca ecológica, como máximo, cinco o seis”, a diferencia de los convencionales, que tienen una base de unos 10 o 12 ingredientes como adictivos tecnológicos. Más por menos.
Puntos de venta
A marca dispone de obrador en el polígono de Pocomaco y de tienda física en la calle Santa Catalina, ambos situados en la provincia de A Coruña. Sin embargo, la comercialización de estos productos de calidad va más allá de la heladería, ya que los venden por toda la península ibérica, incluidas las islas Baleares y Canarias y, cómo no, también efectúan pedidos a través de la tienda online.

De este modo, distribuyen helados en canales especializados, como pueden ser tiendas y pequeños supermercados de producción ecológica, así como también en grandes distribuciones, como caterings y colegios o entre la hostelería en general. Asimismo, también en otras heladerías, que no llevan su marca, comercializan con sus productos. Desde la marca especifican que disponen de un “portafolio bastante diversificado”.