Una lectura lógica de los datos sería suficiente para echar por tierra titulares y contenidos que minimizan y ponen en duda la efectividad de la vacuna de la Covid-19. Estas informaciones cobraron fuerza, sobre todo, al inicio de la campaña de vacunación masiva que se puso en marcha a finales del 2020 en España, alimentando las inquietudes y el rechazo de una parte de la población. Pero ahora, con porcentajes de personas vacunadas cada vez más altos, los estudios científicos ya no dejan lugar a dudas. “La efectividad de la vacuna es su eficacia en la práctica. En este momento lo que sabemos es que los no vacunados frente a los vacunados, multiplican por 19 o 20 la probabilidad de acabar ingresados en un hospital. Me refiero al conjunto de ingresos graves y muertes”, explica Francisco Caamaño, Profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Santiago de Compostela (USC).
«Los no vacunados, frente a los sí vacunados, multiplican por 19 o 20 la probabilidad de acabar ingresados»
Los datos de su eficacia pueden ser un poco diferentes a los de su efectividad porque mientras que en el ensayo clínico los grupos que se observan, unos vacunados y otros no, son muy similares, cuando la vacuna ya está en la calle después de ser autorizada para su comercialización, las personas que reciben las dosis son muy distintas. “Por eso es tan importante tener en cuenta otros elementos como la edad, que es un factor determinante en la gravedad de la enfermedad, las patologías previas de la persona o su comportamiento, por ejemplo. Quizás la gente que se vacuna sea más prudente y ande siempre con mascarilla”, subraya Caamaño.
Una lectura simple de los datos
Entre las informaciones fuera de contexto o simplemente erróneas que circularon en los últimos meses por la red a pesar de las explicaciones de expertos, medios de comunicación e informes oficiales, destacan las que afirmaban que muere más gente entre los vacunados que entre los no vacunados. Fue lo que ocurrió, por ejemplo, con un informe publicado a principios del otoño por Extremadura sobre el número de fallecimientos. Según esos datos, el número de muertes entre los vacunados era superior al de los no vacunados. Una información manipulada después por los detractores de la vacuna que la transformaron en viral en las redes sociales presentándola solo con los números totales publicados y no los porcentajes, es decir, descontextualizada. Un intento, en vano, de subestimar la efectividad de la vacuna con el objetivo de provocar confusión y miedo entre los que aún no están inmunizados.
“Es un problema de cómo se presentan los datos porque su lectura es muy simple. Sabemos que entre los vacunados existe una cierta proporción de personas que pueden contagiarse, padecer una enfermedad grave y, potencialmente, morir. Supongamos, por ejemplo, que en un país el 100% de la población está vacunada. En ese caso, todos los muertos por la Covid-19 estarían vacunados. A medida que las tasas de vacunación aumentan en España, lógicamente, puede ocurrir que la mayor parte de los individuos que enfermen estén vacunados. Son datos manipulados o inciertos pero para nada contradicen el hecho de que la probabilidad de enfermar si no te vacunas se multiplica por 19 o 20”, insiste el profesor de la USC.
Más datos de cara a la inmunización total de la población
El número de personas vacunadas tanto en Galicia como a nivel nacional y europeo, no deja de aumentar. Según datos comunitarios, un año después del inicio de la campaña de vacunación, casi un 80% de los adultos ya están inmunizados. Un porcentaje que puede parecer enorme pero que también nos indica que una parte importante, aunque minoritaria, de la población sigue sin recibir la vacuna poniendo es riesgo la campaña de inmunización con que la que se quiere hacer frente a la crisis de la Covid-19. “Tenemos que buscar a esas personas, animarlas, facilitarles que acudan a vacunarse. Tenemos que aumentar el porcentaje de personas inmunizadas en este momento clave, es muy importante”, afirma Caamaño.
«Un año después del inicio de la campaña de vacunación, casi un 80% de los adultos ya están inmunizados»
Con este objetivo, a finales de noviembre, el Ministerio de Sanidad decidió incluir de manera sistemática en sus informes datos específicos sobre la incidencia de la Covid-19 entre los vacunados y los no vacunados. Algo que, hasta ahora, solo hacían algunas comunidades autónomas. “Desde el punto de vista de la investigación y de cara a la comunicación pública, me parece muy importante que estos datos se conozcan porque así nos damos cuenta de lo que ocurre realmente, ya no en un ensayo clínico sino en la práctica. Nos ayuda a saber cómo les ha ido en la vida o qué ocurrió con la enfermedad. Creo que incluir estos datos en los informes puede motivar a las personas a actuar”, asegura el investigador de la USC.
La tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19
La campaña de vacunación masiva que ayudó a evitar contagios, hospitalizaciones graves y fallecimientos, tiene un nuevo capítulo con el suministro de la tercera dosis a las personas más vulnerables. Una noticia que ayudó, una vez más, a los detractores de la vacuna a poner en duda su efectividad. “No hay nada de particular en el suministro de la tercera dosis. Es normal en este tipo de procesos. Hay vacunas, como la de la gripe, que se ponen anualmente porque puede haber cambios en el virus o también para reforzar la respuesta inmune. Este tipo de decisiones se toman siempre con los datos en la mano, no puede ser de otra manera”, afirma Francisco Caamaño.
Tanto los científicos como las autoridades sanitarias advierten de que la vacuna es la clave para luchar contra el coronavirus pero nos recuerdan que también lo es la prevención: lavarse las manos, usar la mascarilla, ventilar los espacios cerrados, mantener la distancia social y evitar las aglomeraciones.