La riqueza de los yacimientos arqueológicos galaico-romanos existentes en la provincia de Pontevedra la convierten en un lugar privilegiado para todos aquellos interesados en profundizar en una etapa de la historia decisiva para la definición de la Galicia actual. Tanto turistas como los propios ciudadanos gallegos podrán encontrar en estos espacios el rastro de una historia apasionante y, además, encontrarán unas magníficas ubicaciones naturales que contribuyen a hacer aún mayor el atractivo de estos espacios.
Más allá del yacimiento más conocido, ubicado en Santa Trega, la enorme diversidad de espacios existentes invitan a descubrir un mundo aún muy desconocido y fascinante que esconde muchas claves para profundizar en el pasado y también para explicar el presente. Quien se acerque a conocerlos y trate de responder algunas de las preguntas que nos hacen, aunque sea sin palabras, acabará por descubrir un nuevo mundo de conocimiento con posibilidades prácticamente infinitas.
La Diputación de Pontevedra y el Ministerio de Fomento firmaron un acuerdo en marzo de 2015 que tiene como objetivo la puesta en valor de este patrimonio. Se trata de apostar por convertir a estos espacios en instrumentos de dinamización socioeconómica, cultural y turística. El programa integral incluye desde labores de limpieza, mantenimiento y excavación a actividades de promoción, creación de ambientes museográficos y el registro digital de los yacimientos en 3D.
La Diputación se encarga de realizar las labores de limpieza y recuperación de los yacimientos, mientras que el Ministerio de Fomento se ocupa de la restauración, señalización y musealización. Para esta última tarea se convocó un concurso público de ideas, con jurado y premios.
La recuperación de los yacimientos va a permitir mejorar la comprensión de la dinámica socioeconómica de Galicia en la antigüedad, así como ofrecer una explicación de la articulación territorial que permanece desde la Edad del Hierro hasta la época tardorromana. También se pretende contribuir a la ampliación de la oferta turística, tanto a la desestacionalización como a la captación de nuevos turistas potenciales, especialmente extranjeros, a través de una oferta cultura innovadora.
Rafael Rodríguez, responsable del departamento de Arqueología de la Diputación, apunta que en la provincia de Pontevedra se encuentran algunos de los yacimientos más singulares de la Edad del Hierro de todo el noroeste peninsular. “No sólo hay castros sino que también pueden verse construcciones de otro tipo que van a permitir a los visitantes darse cuenta de la gran complejidad que supuso el desarrollo de la Edad de Hierro a lo largo de este territorio”, explica.
El gran asentamiento de Santa Tegra, la factoría de salazón del castro de A Lanzada, el santuario ubicado en el monte de O Facho, la pequeña comunidad agrícola de Castro Landín o los castros vinculados al mar como el de Alobre en Vilagarcía son un claro exponente de la diversidad que podemos encontrar en los asentamientos repartidos por la provincia. “Tenemos una pequeña enciclopedia sobre los castros en la provincia”, indica Rodríguez.
Entre los hallazgos que se han podido encontrar durante las excavaciones e investigaciones realizadas recientemente destacan los importantes restos humanos encontrados en el castro de A Lanzada. Estos descubrimientos están aportando nuevos datos sobre un asentamiento que, debido a su privilegiada ubicación, despierta un gran interés turístico. La aparición de restos de huesos de niños y de otros habitantes del castro en distintas épocas están permitiendo conocer nuevos detalles sobre los pobladores de un lugar que fue un importante centro comercial y que tenía como una de sus principales singularidades el contar con una factoría de salazón, cuyos restos pueden aún verse en la actualidad.
La investigación en A Lanzada aportó mucha información sobre la Edad del Hierro
Las investigaciones realizadas en A Lanzada aportaron mucha información para conocer más detalles sobre el mundo de la Edad del Hierro en el noroeste. Entre los más importantes hay que destacar los relativos al comercio ya que se han documentado materiales de diversos puntos del Mediterráneo, desde la actual Palestina pasando por Italia y Túnez. Esto nos permite concluír que el noroeste no era un “finis terrae” sino que estaba inmerso en los circuitos comerciales del momento.
Rodríguez también apunta que las últimas investigaciones realizadas revelan que Santa Trega, el castro más visitado y más emblemático de Galicia, era un asentamiento mucho más complejo de lo que se pensaba y tuvo un recorrido cronológico mayor del que inicialmente se pensaba, de forma que estuvo ocupado desde el siglo IV a.C al II d.C. Hay que recordar que en un período de cerca de cuatro siglos a partir del II a.C, Santa Trega fue el mayor punto de concentración de personas de la provincia.
Pero más allá de los descubrimientos que afectan a los castros más famosos, también se han hecho hallazgos importantes en otros que todavía no son tan conocidos por turistas y vecinos. Como ejemplo, Rafael Rodríguez señala el castro de Alobre, en Vilagarcía donde puede percibirse con gran claridad la ocupación de un asentamiento de este tipo en época romana. “En este castro se ha descubierto un gran concheiro que nos permite acercarnos a los hábitos alimenticios de sus habitantes y la explotación del mar que realizaban. Además, han aparecido piezas que muestran la existencia de intercambios culturales con el Mediterráneo”, indica el arqueólogo.
Documentación y paneles explicativos
Los trabajos que se vienen realizando en los yacimientos van más allá del descubrimiento de nuevas materiales o construcciones. “Las excavaciones también nos están permitiendo aclarar lagunas de conocimiento sobre la Edad del Hierro y la época romana en la provincia”, asegura Rafael Rodríguez. Los contactos con el mundo romano y el púnico permitieron, por ejemplo, avanzar en el desarrollo de la agricultura en el entorno de los asentamientos.
El trabajo de campo también está sirviendo para completar una documentación sobre los asentamientos que hasta ahora no era tan extensa. Además, se está realizando un registro digital en 3D de las construcciones existentes en los castros que permitirán realizar simulaciones en 3D para reconstruir una vivienda o recrear la vida cotidiana de los pobladores de los castros. De esta forma, turistas y visitantes en general podrán tener una experiencia mucho más interactiva durante sus visitas a los espacios en los que se encuentran los asentamientos.
Rodríguez apunta que otro de los aspectos que se van a mejorar y actualizar son los carteles explicativos que existen en los castros, ya que muchos de ellos están anticuados y las investigaciones realizadas en los últimos años permitirán añadir muchos datos que pueden resultar de interés para los visitantes. “El objetivo final es aportar recursos a los yacimientos para que visitar los mismos sea una opción imprescindible”, concluye Rodríguez.
Para completar la experiencia que supone la visita a los asentamientos, los turistas y visitantes pueden acceder a la gran colección de materiales procedentes de estos lugares con la que cuenta el Museo de Pontevedra. Allí se pueden encontrar piezas de cerámica, orfebrería, armas y otros elementos de la Edad de Bronce, la Edad del Hierro o la romanización que completan la amplísima oferta existente en la provincia para acercarnos al conocimiento sobre unos pobladores que dejaron un importante poso cultural y social en el noroeste peninsular.