Sin duda que el objetivo de afrontar la creación y consolidación de una iniciativa empresarial es una dura labor, muy complicada de afrontar sin contar con los apoyos necesarios. Aunque la existencia de una mentalidad emprendedora es uno de los requisitos imprescindibles para iniciar una aventura de este tipo, no es el único. El apoyo tanto en formación como en orientación y asesoramiento puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de un proyecto.
La reciente apertura de un Coworking y un Fab Lab en las instalaciones del vivero de empresas del polígono de Barro-Meis va a permitir que muchos emprendedores puedan encontrar ese apoyo que necesitan para hacer realidad su proyecto empresarial. La Diputación de Pontevedra y la Escuela de Organización Industrial (EOI) colaboran en un proyecto (con financiación del Fondo Social Europeo) por el que está previsto que pasen cerca de un centenar de empresas en apenas dos años.
Los primeros veinte proyectos que recibirán apoyo en el Coworking ya han sido seleccionados y destaca especialmente la variedad de propuestas empresariales existentes ya que pueden encontrarse iniciativas vinculadas a a las nuevas tecnologías, al turismo, a la formación, al arte contemporáneo, al teatro, al compostaje o al diseño 3D, entre otras.
Entre las actividades a las que podrán asistir los emprendedores se encuentran los talleres donde recibirán ayuda para validar su modelo de negocio con metodologías ágiles, así como a desarrollar las habilidades imprescindibles para ponerlo en marcha. Aprender técnicas de crowfunding, estrategias de comunicación en redes sociales o cómo poner en marcha un plan de marketing digital son algunas de las temáticas de estos talleres.
Además, se celebrarán sesiones de formación grupal (dirigidas en exclusiva a los participantes del Coworking) en las que se trabajarán materias específicas para el impulso y despegue de los proyectos. Por ejemplo, se hablará sobre finanzas para emprendedores no financieros, habilidades de comunicación o aprender a gestionar el talento en un proyecto.
Los emprendedores del Coworking podrían incorporarse al vivero de empresas posteriormente
Por otra parte, los emprendedores que asistan al Coworking tendrán sesiones de mentorización por parte de expertos, que tratarán de acompañarles desde el diseño del modelo de negocio a su puesta en marcha y optimización, dando respuesta a las necesidades que surjan en el camino.
Por último, se celebrarán diferentes actividades encaminadas a potenciar el networking y a compartir las mejores prácticas. Para ello se contará con la experiencia de otros emprendedores/experto y de empresarios. Como cierre a cada una de las ediciones del Coworking (seis meses de duración cada una) se celebrará un Demo Day durante el que se presentarán los proyectos participantes, su evolución y las posibilidades de colaboración con los mismos.
Una de las peculiaridades con las que cuenta el Coworking de Barro-Meis es que al estar ubicado en las mismas instalaciones que un vivero de empresas puede facilitar a los emprendedores que acaben instalando su proyecto aquí mismo para acabar de desarrollarlo en condiciones muy ventajosas.
Seis meses para poner los cimientos de una empresa
Durante el acto de presentación de las nuevas instalaciones el representante de la Escuela de Organización Industrial (EOI), Javier Benito, explicó que el centro ahora inaugurado está especialmente concebido para atender las necesidades de los emprendedores e indicó que este tipo de iniciativas son un ejemplo de los proyectos que se quieren apoyar por parte de la EOI, en este caso a través de la financiación del Fondo Social Europeo (FSE). El proyecto ha contado con una aportación de fondos que asciende a cerca de 800.000 euros.
«Animamos a los emprendedores que van a estar aquí durante seis meses a que aprovechen su estancia para realizar un plan de empresa y poner en marcha su negocio», indicó Benito, quien se mostró convencido de que podrán encontrar en las nuevas instalaciones todo lo que necesitan para poder hacer realidad su sueño empresarial.
Por su parte, la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, destacó la importancia que ha tenido la colaboración entre administraciones para la puesta en marcha de este proyecto. «Agradecemos a la Escuela de Organización Industrial que nos haya escuchado y apoyado durante la puesta en marcha de este proyecto. Es un placer trabajar con ellos porque saben perfectamente los objetivos que quieren alcanzar. Esta iniciativa demuestra que las distintas administraciones pueden trabajar juntas», concluyó Silva.
El responsable de Cooperación Municipal de la Diputación, David Regades, apuntó que el edificio que ahora alberga el coworking y el vivero de empresas va a convertirse en el germen de muchas empresas y de yacimientos de empleo. Destacó especialmente la ubicación de unas instalaciones que se encuentran en un nudo de comunicaciones de la provincia y agradeció la colaboración del ayuntamiento de Barro en el diseño de un centro «que será el primero de otros que tendremos que hacer en el futuro».