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Contenedores de basura que avisan cuando se acercan al punto de rebose, detectan fuego y permiten optimizar la ruta de recogida desde una tableta o un smartphone corriente. Aplicaciones para iluminar las ciudades a la carta controlando cada punto del alumbrado público, farola a farola, con mayor eficiencia ecoenergética, adaptando la luz artificial por horas y barrios a la climatología o la estación. Sirve, además, para alertar de las averías en la red sin necesidad de desplazar a los técnicos para la revisión. No es ciencia ficción ni tampoco el futuro remoto. Son dos herramientas inteligentes de manufactura gallega diseñadas y probadas por el departamento de ingeniería en I+D+i del Grupo Austen (Narón) que nos encarrilan hacia las smart cities o ciudades inteligentes, que ya no están lejos de serlo, al menos, un poco.
La primera, ideada para la recogida de sólidos urbanos, se llama SiTrash y a la segunda, para gestionar el alumbrado público, la han denominado SiLamp. Ambas han despertado el interés de la multinacional europea Schneider Electric, con base en Francia y más de 150.000 empleados por todo el mundo que este mes ha visitado el laboratorio de ideas de la empresa gallega, asentada en el polígono industrial de Río do Pozo.
Las técnicas han sido diseñadas y probadas por el departamento de ingeniería en I+D+i del Grupo Austen
El Grupo Austen, con Felipe y Ramón Sas al frente, el primero como gerente y el otro como director financiero, es la suma de tres firmas más pequeñas: Electroships Galicia, Elliot Telecom y W.B Austen. Cuando arreció la crisis del naval, esta firma auxiliar de los astilleros ferrolanos con dos décadas de experiencia tuvo que reinventarse y buscar nichos de mercado en otros campos. Lo encontraron en la agricultura, con un sistema pionero para la monitorización de viñedos (Siega System) que derivó en otro más complejo (Simovi), que permite predecir plagas o el momento idóneo para fumigar o vendimiar midiendo la temperatura y los taninos de la uva, por ejemplo, así como su grado de maduración a partir del color.
Lo probaron en varias cepas de una bodega de Pazo de Señorans, de la D.O Rías Baixas, y el resultado fue tan exitoso que les valió una jugosa subvención de la Unión Europea -aproximadamente un millón de euros- a través del programa Interconecta para costear el 50% de su desarrollo.
El departamento de I+D+i de Austen lo forman 10 ingenieros y es una síntesis de distintas ramas de la ingeniería dispares pero complementarias (telecomunicaciones, informática, industrial o electrónica). Sus aplicaciones se basan en la tecnología inalámbrica (Wireless Sensor Networks) con una red de sensores de última generación similares a los que pueden contener un teléfono móvil de alta gama. Su funcionamiento se puede resumir así: los dispositivos registran los datos en tiempo real, los envían periódicamente a un equipo informático que a través de programa específico que los analiza y los traduce en información útil. A partir de ahí, el administrador de la herramienta ya puede tomar sus decisiones y desde su ordenador, encender o apagar un punto de luz, saber dónde se ha fundido una bombilla o anticipar qué contenedor, calle o barrio debe priorizar en la recogida de residuos, por ejemplo.
La empresa presentó en enero Agrotool, una aplicación de bajo coste enfocada a la agricultura de precisión
En enero, el grupo Austen presentó Agrotool, una aplicación de bajo coste enfocada a la agricultura de precisión, que es la evolución natural del Siega, que se generalizaba desde los viñedos a otros tantos cultivos plantaciones escudriñando aspectos como la humedad del suelo o la tensión hídrica. “Es sencilla e intuitiva”, explica Alejandro Casteleiro, al frente del departamento de I+D+i que está detrás de este invento a partir de tecnología Plug&Play. Explica que la filosofía de sus herramientas está pensada para “ganar en eficiencia y ahorrar en costes”.
Esta última aplicación agrícola ya sumaba dos novedades importantes con respecto a su primera versión: los autosensores de reconocimiento y la programación en remoto. Calculan que desarrollar todo su potencial les costará unos 653.000 euros que cofinancian Austen y dos firmas aliadas (Plexus y CualiTic). Cuentan, también, con el respaldo de la Axencia Galega de Innovación con una subvención de 300.000 euros.
Con Galicia anclada en el minifundio, con pequeños labradíos repartidos en trocitos, las herramientas para la agricultura y la viticultura inteligente de Austen miran más allá de las frontera de Europa hacia los grandes campos de cultivo de América, Asia y Australia. Sus aplicaciones para optimizar la gestión de la basura y el alumbrado público tienen, en cambio, infinitas posibilidades a la vuelta de la esquina para cualquier ayuntamiento. Entre sus ventajas, ahorrar costes al erario público, mejorar la gestión y ganar en eficiencia ambiental. Entre sus proyectos se cuentan otra herramienta para calibrar la calidad del aire y una aplicación, Smart Parking, para el aparcamiento inteligente que ya funciona en Santander.
