La divulgación científica tiene como finalidad hacer accesible la ciencia al público en general, y se basa tanto en la responsabilidad de los científicos por dar cuenta a la sociedad del destino de los fondos públicos que reciben como en la necesidad de contribuir al desarrollo de la cultura científica en la sociedad de nuestro entorno.
Otro de los motivos por los cuales es importante la divulgación científica es que actúa como incentivadora de vocaciones científicas entre los más jóvenes, ya que gracias a ella podemos hacer atractivas las profesiones científicas y tecnológicas a las nuevas generaciones. Para ello, al divulgar es imprescindible desprender y contagiar entusiasmo por los avances conseguidos en ciencia, ya que los jóvenes son esenciales para la construcción de una cultura científica.
Aunque cada vez aparecen más noticias en los medios de comunicación sobre investigaciones que se hacen en nuestro entorno, todavía es necesario un acercamiento mayor de la ciencia a la sociedad. Hay que tener en cuenta que al divulgar debemos ser capaces de convertir el lenguaje técnico y complicado que usamos los científicos para comunicarnos entre nosotros en palabras comprensibles para todos los niveles de la sociedad, pero siempre avaladas por el rigor científico que hay detrás de lo que se cuenta. Sólo así se conseguirá la función social de la divulgación de la ciencia: lograr que los científicos y el público se comprendan mejor.
Por otra parte, discernir lo que es realmente divulgación o una mera propaganda de los trabajos realizados por un científico o un grupo investigador, no es siempre fácil. No hay que olvidar que en la sociedad mediática de hoy en día, una saturación de divulgación científica puede llegar a producir desapego, especialmente cuando se utiliza para adquirir notoriedad y poder.