viernes 19 abril 2024

El Pazo de Mariñán ya es un destino Observer de Turismo Científico: estos son sus tesoros

El sello destaca el valor del jardín de camelias y los árbores singulares del enclave, reconocido como Conjunto Histórico Artístico desde 1972

A orillas de la ría de Betanzos, en el ayuntamiento de Bergondo, el Pazo de Mariñán constituye un enclave con una interesante historia a sus espaldas. Y nos sus jardines se acumulan importantes elementos que lo acaban de hacer merecedor de la certificación Observer® de Turismo Científico en la categoría de Jardín Histórico. El edificio acogió este martes a entrega de la certificación, que destaca la singularidad de su jardín de camelias y formaciones arbóreas incluidas en el Catálogo de Árboles Singulares de Galicia. Mariñán está también considerado como Conjunto Histórico Artístico desde 1972.

Xosé Regueira, Alejandra Pérez Márquez e Maite Vence, no acto de entrega da certificación.
Xosé Regueira, Alejandra Pérez Márquez y Maite Vence, en el acto de entrega de la certificación.

Las camelias

El acto de este martes lo abrieron Xosé Regueira, vicepresidente de la Diputación da Coruña, y Alejandra Pérez Márquez, alcaldesa de Bergondo. A continuación se realizó la presentación de los resultados de la acreditación Observer, con la presencia de Carmen Salinero, investigadora de la Estación Fitopatolóxica del Areeiro y presidenta de la Sociedad Internacional de la Camelia. También participaron en este acto la directora de Observer, Maite Vence, y Carmen Rey, auditora de la empresa. Carmen Salinero, una de las principales expertas en esta flor, destacó el valor de los camelios de Mariñán (que forman parte de la Ruta de la Camelia de Galicia), presentes en el patio de armas del jardín de la capilla, en la terraza de la avenida residencial o en el embarcadero que lleva a la ría de Betanzos. Se cree que fueron plantadas en la segunda mitad del siglo XIX, por lo que ya superarían ampliamente los 100 años de vida. Las camelias, originarias de Asia Oriental, llegaron a Galicia a través del norte de Europa en el siglo XIX, y fueron desparramándose en los jardines pacegos de la nobleza del país.

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El elemento diferenciador de las camelias del pazo bergondés es su disposición formando grupos, cada uno de los cuales dibuja una circunferencia formada por 8 plantas alrededor de una planta que ocupa el centro. Este tipo de agrupación se ve en las diferentes partes mencionadas. Destacan, por su importancia, las agrupaciones de camelias 8+1 en el patio de armas. Los perímetros de los conjuntos miden 8,35 metros y 6,75 metros, respectivamente, a niveles del suelo.

El jardín

Pazo de Mariñán. Foto: Turgalicia.

Más allá de la notable relevancia de las camelias, Mariñán sobresale por el majestuoso jardín principal, con el que podemos encontrarnos al descender por la monumental escalinata del pazo. La parte central tiene unas dimensiones de 33,5 x 38,5 metros que acoge 16 cuadros con figuras geométricas creadas mediante setos de boj (Buxus sempervirens), magníficamente conservadas en las que se aprecian rosetas, estrellas, cruces, sortijas, armas de los linajes nobles que atesoraron el Pazo y mismo leyendas alegóricas.

El origen se remonta al siglo XVIII, probablemente obra del paisajista Martin Thiebe y sobre él se han efectuado diferentes intervenciones hasta darle su aspecto actual. El conjunto conforma una red de paseos de 3×3 que desembocan en plazuelas circulares u ovaladas con un central en la que se alza una fuente monumental. En el extremo más alejado del Pazo, tras atravesar todo el Jardín, encontramos un templete de estructura octogonal que sirve de punto desde el que contemplar una preciosa vista de la Ría. Además de disfrutar de su preciosidad artística, en el parterre principal se pueden observar diferentes ejemplares de árboles, entre los que destaca la majestuosa tuya (Thuja plicata) a la que acompañan diferentes variedades de palmeras (Phoenix canariensis, Phoenix dactylifera y Trachycarpus fortunei), un rododendro arbóreo (Rhododendrum arboreum), mirtos (Myrtus communis), y una falsa tuya (Thujopsis dolabrata).

A ambos flancos, se sitúan dos parcelas, Parque I y Parque II, surcadas por varios caminos interiores que invitan a perderse para descubrir gran parte de las más de 100 plantas y árboles que atesora el Pazo de Mariñán, convirtiendo todo el conjunto en un completo y destacado jardín botánico. El Parque I cuenta con durillos (Viburnum tinus), aucubas (Aucuba japonica), pero en este espacio destacan los mirtos, el madroño (Arbutus unedo) y el tejo (Taxus baccata). El Parque II entre las yucas (Yucca gloriosa), boneteros (Euonymus japonica) y camecíparis (Chamaecyparis lawsoniana) por nombrar algunas, sobresale la cletra (Clethra arborea) ejemplar especialmente interesante dado que solo es posible contemplarla aquí o en el Pazo de Casal en Vilagarcía de Arousa. Ambos espacios están salpicados de preciosas formaciones de camelias (Camellia japonica), planta de tremendo valor paisajístico.

Árboles singulares

En Mariñán también se puede disfrutar de varios de los ejemplares incluidos en el Catálogo Gallego de Árboles Singulares, que recoge formaciones vegetales destacadas por su especial valor histórico o científico, y protegidas por tanto por la ley. En el pazo están presentes varios ejemplares de eucalipto (Eucalyptus globulus) de más de 40 metros de altura que se encuentran entre los primeros plantados en Galicia. Destacan también los mirtos (Myrtus communis) por encima de los cinco metros de altura, plátanos de sombra (Platanus hispanica) del siglo XIX de gran volumen, y también por encima de los 40 metros, así como el madroño más alto de toda Galicia, con unas dimensiones de 10×3 metros.

Ornitología

Muy cerca del pazo, junto a los humedales de la ría de Betanzos, en una zona de gran valor donde entran en contacto las aguas fluviales y marítimas, también podemos disfrutar de la observación de aves. Desde el observatorio situado dentro del pazo, que da a la ría de Betanzos, se pueden contemplar especies de aves rapaces como el águila pescadora (Pandion haliaetus) o el aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus); limícolas como el zarapito trinador (Numenius phaeopus) y real (Numenius arquata), archibebes comunes (Tringa totanus) y claros (Tringa nebularia), garza real (Ardea cinerea) y alguna espátula (Platalea sp.); aves acuáticas como los ánades azulones (Anas platyrhynchos) y el zampullín chico (Tachybaptus ruficollis), aves marinas como gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus) y patiamarillas (Larus michahellis) y el cormorán grande (Phalacrocorax carbo).

Todos estos valores llevaron a Observer a acreditar que por razones históricas, culturales y naturales, el Pazo de Mariñán, una de las propiedades señoriais más emblemáticas de Galicia, cumple sobradamente los requisitos impuestos por la certificación para convertirse en Destino Observer bajo a categoría de Jardín histórico. Segundo destaca la empresa que certifica esta acreditación, “los Jardines históricos Observer® son lugares de interés cultural y botánico que constituyan un recurso único y singular a través de los cuales realizar actividades de divulgación y turismo científico en el campo de la botánica y la historia”.

La certificación Observer

Además de sus valores naturales, el pazo cuenta con una pinacoteca visitable, de enorme valor, centrada en obras de arte de los siglos XIX y XX, muchas de ellas de artistas gallegos. Con esta certificación, Mariñán se suma a la lista de destinos turísticos de excelencia certificados por Observer. Galicia cuenta ya con cerca de 80 destinos Observer, que pueden ser consultados en su página web en la que se acercan contenidos, rutas, actividades e información especializada.

El objetivo de la certificación Observer es poner en valor y reconocer la singularidad de los recursos turísticos que evalúan, y acercar a los gestores del espacio una herramienta de planificación que sirva de guía para diseñar nuevas estrategias turísticas acordes al patrimonio de los destinos que certifican.

Para su acreditación, Observer® valoró aspectos que tienen que ver con el patrimonio natural y cultural, la conservación de la biodiversidad, proyectos de investigación, actividades de turismo científico, personal cualificado o la colaboración con proveedores de Km 0, entre otros aspectos. Además, como novedad, el sello incluye ahora protocolos de bioseguridad contra la Covid-19, que acreditan a sus destinos de turismo científico, como confiables en cuanto a normas sanitarias. El proceso de certificación, encargado por la Diputación de Coruña dio comienzo el pasado mes de febrero, y ha finalizado ahora en su primera fase de certificación.

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