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El tratamiento con peloides termales, que resulta de mezclar la parte activa del agua mineromedicinal con arcilla, es clave para tratar dolencias dermatológicas. Esta técnica se emplea en particular para abordar la psoriasis y también la dermatitis atópica seborreica, procesos en los que la piel se muestra inflamada y reactiva. Segundo explica la directora médica del balneario de Compostela, Belén Cabana, los resultados ya son satisfactorios en el primero mes de tratamiento. “Desaparece el prurito, las lesiones van mejorando y aparece la piel sana en la mayor parte del cuerpo, desaparecen más del 80% de las lesiones”, destaca. Según los expertos médicos, para conseguir resultados efectivos a largo plazo se precisan de dos o tres ciclos de 21 días —coincidiendo con el recambio celular de la piel— a días alternos y con una semana de descanso.
Así lo confirmó Cabana al amparo de la Cátedra de Hidrología Médica USC-Balnearios de Galicia. El Balneario de Compostela, situado en la localidad coruñesa de Brión, acoge este fin de semana unas jornadas centradas en los beneficios terapéuticos de la balneoterapia para tratar dolencias respiratorias y dermatológicas, así como la depresión. Un grupo de futuros médicos de la Universidad de Santiago (USC), que se están formando en la cura termal, conocerán las aplicaciones de las terapias con aguas mineromedicinales para abordar este tipo de enfermedades.
Cabana pone de manifiesto que “las aguas mineromedicinais contribuyen a disminuir a inflamaciones de las mucosas, eliminan la mucosidad y aumentan la capacidad pulmonar; por lo que resultan de interés para tratar la faringitis, larinxite, sinusitis y las afonías, entre otras dolencias del aparato respiratorio como la EPOC o el asma”. En función de la vía que se quiere tratar, se hacen inhalaciones, fisioterapia en el agua o mismo aplicación de parafangos.
La aplicación de calor mejora el sueño
El Balneario de Compostela está realizando un estudio piloto sobre los efectos terapéuticos de las aguas termales en la depresión, en colaboración con la facultad de Psicología de la USC y los centros de salud de Brión y Bertamiráns, con una selección de pacientes que tienen en común que padecen depresión moderada o severa y no toman medicación. Cabana explica que el tratamiento consiste en la colocación de un sensor que mide la temperatura corporal de los pacientes a lo largo del día. “Se meten en bañeras a 40ºC durante 20 minutos y luego en una sala se mantiene la temperatura con una manta térmica durante otros 20 minutos. Se les mide la temperatura durante todo el proceso y se obtienen unos parámetros. Los resultados nos indican que el tratamiento mejora con la aplicación de calor, en particular lo lo son y la sensación anímica”, afirma.
La doctora señala que en los pacientes con depresión se detecta una alteración en su temperatura corporal. Cuando se someten a una temperatura del agua a 40ºC, el organismo libera una sustancia que hace que la temperatura corporal disminuya, con los consecuentes efectos positivos para estos enfermos.
Las jornadas comienzan el viernes a las 16:00 horas con un recorrido por la historia del balneario y de sus aguas, de la mano de la doctora Cabana. De sucesivo, los futuros facultativos realizarán una visita a las instalaciones del centro. Luego tendrán una nueva charla sobre el tratamiento terapéutico respiratorio, concluyendo con prácticas termales en el balneario. El sábado conocerán cuáles son las principales innovaciones en el sector termal, en particular en el referente al uso de peloides. Así, realizarán a continuación una práctica con diferentes técnicas termales en seco como los peloides, parafangos, envolturas y presoterapia. De sucesivo, se acercarán a los principales efectos terapéuticos de las aguas termales en la depresión. La jornada concluirá con una sesión práctica en el balneario.
