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La antropóloga física de la USC Olalla López Costas se muestra entusiasmada por la cantidad y el excelente estado de conservación de los restos humanos que se han encontrado en las excavaciones realizadas en 2016 en el castro de A Lanzada. En su opinión, este asentamiento se encuentra entre los mejores de Europa para poder realizar un estudio completo sobre las poblaciones de la época romana y prerromana.
-¿Qué tienen de especial los restos que se han encontrado en el castro de A Lanzada?
–En cuanto a conservación de huesos es la mejor de todas las necrópolis gallegas y el número de esqueletos humanos encontrados es el más alto. Llevo trabajando allí desde hace diez años y el buen estado de los restos encontrados nos permite probar técnicas diversas y explorar sus resultados. Lo que se hace en A Lanzada luego sirve de referencia para otros espacios arqueológicos, tanto de aquí como de fuera de España.
«Lo que se hace en A Lanzada sirve de referencia en espacios arqueológicos, dentro y fuera de España»
En las excavaciones realizadas en 2016 aparecieron restos de cuatro adultos y de trece niños recién nacidos. Esto es un hallazgo muy singular porque en la mayoría de las necrópolis gallegas no aparecen restos de bebés. Parece que este cementerio tenía un área delimitada para estos. La aparición del esqueleto de Cornelia, el primero que se encontró, fue muy emocionante porque eran los primeros restos que aparecían en la zona después de 30 años.
-¿Qué características pueden resaltarse de los habitantes de A Lanzada de hace dos mil años?
-Hemos encontrado en los restos indicios de enfermedades infecciosas como la tuberculosis y también de brucelosis. Hace poco tiempo publicamos un estudio sobre como era esta población. Llevaban su ganado a pastar a la zona de la marisma y utilizaban las algas como abono. El cementerio contiene restos fechados entre los siglos I y VII d.C, época de los romanos y de los suevos. La altura media de los hombres era de 1,65 mts y la de las mujeres de 1,59. Una vez que alcanzaban los 20 años de edad, la media de supervivencia se acerca a los 40 años, similar a la de otros asentamientos gallegos.
-¿Cómo se alimentaban?
-Uno de los rasgos distintivos de esta población es que comían mucho más pescado y marisco que en otros lugares de Europa; también se alimentaban de mijo. Comían algo de carne y más vegetales que en otros puntos de Europa. Es curioso poder decir que en este lugar ya en la época romana se comía más pescado que en otros sitios de Europa, como ocurre ahora también. Por el estado de algunas fracturas que hemos encontrado en los huesos, se deduce que contaban con algún tipo de servicio médico pero no era muy eficaz porque varias de las fracturas no están bien curadas.
«En este lugar ya en la época romana se comía más pescado que en otros sitios, como ocurre hoy»
-¿Les ha sorprendido el hallazgo de tantos cuerpos de recién nacidos en la zona?
-Es un hallazgo muy singular porque en la mayoría de las necrópolis gallegas no aparecen restos de bebés. Parece que este cementerio tenía un área delimitada para ellos . Algunos restos parecen ser de fetos y otros de bebés que sí nacieron y su análisis nos puede permitir ver como era la dieta de sus madres, por ejemplo. También podemos obtener datos sobre el medio ambiente. Las personas durante la época romana solían vivir en un ambiente muy contaminado sobre todo en las zonas cercanas a explotaciones mineras. El análisis de los restos de los niños nos va a ofrecer datos sobre este aspecto.
-Las excavaciones realizadas en 2016 en A Lanzada han permitido encontrar mucho material. ¿Seguirán apareciendo sorpresas?
-El castro de A Lanzada va a seguir ofreciendo sorpresas en el futuro. Desde luego que cualquier antropólogo físico del mundo estaría muy feliz con poder contar con un asentamiento así, con tan buenas condiciones de conservación. Este yacimiento despierta interés en el extranjero, entre otras razones, porque es muy difícil encontrar en Europa un lugar donde haya vivido gente a lo largo de tanto tiempo y con restos tan bien conservados. En A Lanzada se puede distinguir perfectamente el período romano y suevo, por ejemplo. En un país como Inglaterra este asentamiento sería considerado como un lugar estrella para la ciencia. Como lo tenemos en Galicia debemos de aprovecharlo.
