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El área de Turismo de la Diputación de A Coruña continúa mostrando los casi 1000 kilómetros de costa que se pueden recorrer en la provincia, desde lo límite septentrional de la Estaca de Bares. En esta tercera etapa del viaje, el vuelo comienza sobre la ría de Ferrol, uno de los escenarios clave en el desarrollo de la historia moderna de Galicia. El legado naval y militar de la ciudad y su ría, protegida en su acceso por los castillos de San Felipe y Palma y las baterías defensivas que se sitúan en los montes costeros, sigue muy patente en este viaje aéreo.
A La otra orilla de la península que culmina en la punta Coitelada, las villas marineras de Ares, Redes, Cabanas o Pontedeume reciben la desembocadura del Eume que, a su vez, le da la mano a la llegada del Mandeo a la ría de Betanzos. La costa, salpicada de las localidades ya próximas a la ciudad de A Coruña, deja ver también las bateas más al norte del territorio, frente a Lorbé, en Oleiros.
El viaje por la costa se encuentra al fondo con la majestuosa Torre de Hércules y la ciudad de A Coruña, que crece desde el istmo que acerca sus dos orillas. A continuación llega otra construcción faraónica, la del puerto exterior, con su dique adentrándose en el Atlántico. Vienen luego playas ventosas, batidas por el oleaje, como Barrañán, más villas marineras como Caión y los extensos arenales de Razo y Baldaio, que juntos suman uno de los más largos de Galicia. Esta etapa finaliza en el puerto que abre la puerta a la Costa da Morte: Malpica de Bergantiños. El viaje continuará.
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