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La prevención y el control de las enfermedades de las vides es una de las principales preocupaciones de los empresarios del sector vinícola. Ante este problema, la empresa gallegaMonet Viticultura ha desarrollado una plataforma que les permite a los dueños de las plantaciones comprobar el estado de sus parcelas en tiempo real desde cualquier dispositivo conectado a Internet. «Un buen cuidado y seguimiento de las plantaciones permite reducir el uso de fitosanitarios y otros productos químicos, por lo que la calidad de la uva será mejor», señala Débora Franco, cofundadora de Monet.
La herramienta permite realizar un control en tiempo real del estado de las vides
La idea nació a finales de 2012. Tres ingenieros de telecomunicaciones, Débora, David Rey y José Antonio Gay, que ejercían como investigadores en la Universidad de Vigo, llevaban tiempo trabajando en la aplicación de las nuevas tecnologías al sector primario y la industria. «En aquel momento, observamos que en estos sectores se recopilaban muchísimos datos, pero que no se organizaban de una manera comprensible para sacarles el mejor rendimiento posible», recuerda Débora.
Comenzaron a desarrollar su proyecto y, a comienzos de 2013, recibieron uno de los ocho galardones otorgados por el concurso Incuvi Emprende, una iniciativa de la universidad viguesa que pretendía poner en valor los proyectos de I+D+I que surgen en el campo universitario. A finales de ese mismo año, también fueron reconocidos por la aceleradora de empresas VíaGalicia. Y más tarde, en marzo de 2014, constituyeron la empresa, contando con una ingeniera agrónoma, Eugenia Comesaña, para tener una visión más próxima al sector vinícola. El proyecto ya navegaba a toda vela.
Monet emplea cualquier estación meteorológica, pública o privada, para recoger datos ambientales como la temperatura o los niveles de lluvia, la humedad en las hojas y el viento, etc., y ofrece una predicción meteorológica personalizada a nivel de parcela. Sobre estos datos se ejecutan los modelos de valoración y predicción de enfermedades, ya que éstas tienen más o menos riesgo de aparecer dependiendo de las condiciones del clima. La probabilidad de la aparición de determinadas enfermedades está configurado a través de un código de colores (verde, amarillo, naranja, rojo, etc.).
«Con Monet Viticultura se puede gestionar la plantación de una manera más organizada», comenta Débora Franco. «Por ejemplo, hay bodegas que tienen varias parcelas separadas por varios kilómetros de distancia. Los encargados de supervisarlas suelen hacer un recorrido rutinario, de la más próxima a la más lejana. Pero con nuestro sistema, ya se pueden dirigir directamente la aquella parcela que requiera más atención y cuidados en ese momento concreto», por lo que el trabajo es más eficiente.
La atención del sistema a cada parcela es prácticamente personalizada
La herramienta «aprende de sí misma», segundo explican desde Monet, por lo que la atención a cada bodega y cada plantación es casi personalizada.«Se pueden adaptar los parámetros de cada modelo de enfermedad para cada variedad de uva y para las características de cada parcela. Además, el usuario puede indicarle al sistema las tareas de mantenimiento que realiza: los riegos, la utilización de fitosanitarios, poda de viñedos…», explica Débora. Del mismo modo, también se pueden registrar los incidentes que surjan: la rotura de una cepa, la aparición de síntomas de alguna enfermedad en las plantas, etc.
Cada bodega puede añadir tantos perfiles de usuarios como sean necesario. Así, el sistema ofrece un resumen de los datos ambientales de cada parcela. Los datos se pueden filtrar por fecha, enfermedad o parámetro ambiental. Consta de otra sección para añadir los incidentes y las actuaciones que tengan lugar en la plantación a modo de cuaderno de explotación. A mayores, han incorporado recientemente un apartado con la información de los índices de vegetación, con datos relativos al vigor de las plantas y el estrés hídrico, que se recogen a través del procesado de imágenes por satélite de las parcelas.
En este momento, Monet cuenta ya con 12 clientes de varias denominaciones de origen protegido, situadas en Galicia, Castilla y León, La Rioja y Navarra. Actualmente, según explica su cofundadora, la empresa tiene dos vías de trabajo. Por un lado, la vía principal, en la que buscan seguir desarrollando la plataforma y mejorándola según las necesidades que vayan apareciendo. En esta línea, en colaboración con la USC, pretenden extender sus investigaciones al control de las plagas de insectos, que también afectan al sector del vino. La otra vía, en la que también trabajan, es emplear su sistema a otros sectores, como el de la producción de aceite, donde creen que también puede ofrecer soluciones muy interesantes.
