Dairylac: cómo dar valor a los lácteos y apostar por la economía circular

Al hablar del sector lácteo, lo primero que viene a la cabeza a mucha gente es la obtención y comercialización de la leche y sus derivados, como los yogures, los quesos o un simple envase brick para el sector alimentario. Sin embargo, los avances de la biotecnología y la apuesta por una economía circular ayudan a encontrar nuevas oportunidades en compuestos que antes eran sinónimo de residuos. Es el caso de Dairylac, un proyecto empresarial gallego, con base en Melide (A Coruña), en una de las comarcas de referencia para el sector lácteo en Galicia, y que apuesta desde su nacimiento por la comercialización de productos alimentarios, pero también por la búsqueda de nuevas vías, como la fabricación de bioplásticos.

Explica su director general, Iago Quintana, que Dairylac surge “de la iniciativa de una de las grandes cooperativas lácteas gallegas, que hoy es Aira, y de la mano de la Administración autonómica, con el objetivo de producir ingredientes de alto valor añadido en un sector clave como es el de la leche”. Aunque la apuesta por la diversificación es cada vez mayor, “una parte importante del producto sigue comercializándose sin transformación”.

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Una de las apuestas principales de Dairylac es la producción de sueros y la alimentación infantil

Así, una de las apuestas principales de Dairylac se dirige hacia los sueros. “A partir de la leche pueden obtenerse estos subproductos, que son muy interesantes para convertirlos en sueros desmineralizados, con un un alto valor en los comprados de alimentación infantil. En la empresa, además, podemos fabricar leche en polvo que puede venderse también en ese mercado de leches personalizadas”, explica Quintana. El sector de la nutrición infantil es, precisamente, una de las principales apuestas de I+D+i de la empresa, “porque es un mercado que demanda nuevos productos y que va a ser mucho más importante en el futuro”, añade el director general de la compañía.

Varal y Biopol

En los últimos años, en el marco de esta apuesta por la I+D+i, Dairylac ha participado en iniciativas de la Axencia Galega de Innovación, como es el caso de la incubadora Agrobiotech o el Programa Conecta Peme. Subraya Quintana que este departamento, liderazgo por el doctor Ángel Pereira y que se ha creado desde cero, es clave para el futuro de la empresa, y cuenta ya con con tres personas trabajando al 100%.

Esta apuesta tiene dos nombres propios: Varal y Biopol. En el primero de ellos, Dairylac participa en un consorcio para desarrollar nuevas tecnologías que permiten la obtención de agua de regadío o de proceso y biogás a partir de los residuos de la industria. El proyecto piloto estáse a desarrollar en las instalaciones de la quesería Prestes de Vilalba.

Y por otra parte, Dairylac también se ha involucrado en Biopol, cuyo objetivo es la investigación, desarrollo y validación de un proceso de obtención de biopolímeros a partir de subprodutos lácteos. Dentro de las aplicaciones finales, ya se ha evaluado la posibilidad de usar estos biopolímeros como adsorbentes de metales pesados y en el encapsulado de aceites esenciales o aromas.

Leche fresca, quesos y helados

Pero la línea de negocio de Dairylac no queda solo en este aprovechamiento de subproductos. Ha desarrollado también sus marcas propias para el cliente final, que tienen una importancia creciente en su volumen de facturación. Por una parte, Deleitar, como marca paraguas, ofrece leche pasteurizada (la primera en un envase 100% renovable, según sostiene la empresa), además de manteca, nata, quesos de barra y en crema y los helados, que se venden con el sugerente nombre de Folerpas. Destaca Iago Quintana que Deleitar “supone ya un 10% de nuestra facturación, y está creciendo”.

Por otra parte, la marca Tres Viajeros, con clara inspiración en el Camino de Santiago que discurre por Melide, es la apuesta por el queso con Denominación de Origen Protegida, tanto en la variedad Arzúa-Ulloa como lo de Tetilla.