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Casualidades de la vida: de lo mejor de la naturaleza se puede obtener lo más apropiado para la belleza. Es la idea de la que parte CosmetInnova, un consorcio formado por cinco empresas gallegas, de pequeño tamaño pero alta capacidad tecnológica, para mejorar las propiedades de la cosmética natural, un sector en auge y de notable valor añadido. Iniciaron su trabajo en octubre de 2013 y encaran ya la fase final del proyecto con unos avances que califican de espectaculares. Con la colaboración de las Universidades de Vigo y A Coruña, la investigación se dispone a completar el trayecto que separa productos como setas, aceite de oliva o uva de albariño del pequeño tarro de cremas faciales, contorno de ojos o lápices de labios.
La investigación permitirá desarrollar lápices de labios, contorno de ojos o cremas faciales
La investigación consiste en purificar y extraer los componentes activos presentes en la naturaleza para ofrecer nuevos ingredientes al sector de la cosmética natural. Se avanza así en la preparación de materiales que permiten filtrar los extractos y purificarlos en los compuestos que enriquecerán las moléculas. “Lo que hacemos es promover las propiedades beneficiosas a los productos cosméticos con aditivos procedentes de elementos naturales; principalmente con los de Galicia, que son con los que nosotros queremos trabajar”, relata José Manuel Vilariño, secretario técnico del proyecto y socio de Glecex, una de las cinco empresas integradas.
Los productos gallegos son la base de sus experimentos. La materia prima natural de la que se nutre CosmetInnova está formada por bagazo de uva albariño –frente al uso más extendido del de vino tinto– , setas y aceite de oliva autóctonos, pero Glecex también tenía conocimiento de las propiedades para la medicina tradicional africana de plantas de Senegal y Sudáfrica, y hasta allí se desplazaron para ampliar la base de la materia prima. Y la intuición se está confirmando en el trabajo del laboratorio. “Pensamos que los resultados podrían ser muy buenos y es justo lo que está ocurriendo”, puntualiza Vilariño.
CosmetInnova se puso en marcha como una actividad acogida a la convocatoria Conecta Peme, de la Consellería de Economía e Industria. Con una inversión próxima a 700.000 euros, sufragada en un 60% por la Axencia Galega de Innovación, el proyecto avanza con la coordinación de cinco empresas complementarias entre sí: Iuvenor Lab, CarOi’Line Cosmética, Hifas da Terra, Organistry y Glecex. La Universidad de Vigo colabora con el centro de investigación EQ2 de ingeniería química y la de A Coruña, con el grupo de Polímeros.
En contra de lo que es costumbre en este tipo de investigaciones, el objetivo no consiste en lograr una patente, sino en desarrollar un conocimiento aplicable por las propias empresas del sector de la cosmética implicadas en el proyecto –Iuvenor Lab, CarOi’Line Cosmética– o por otras a que se puedan incorporar después, mientras que Glecex y Organistry se quedan con un conocimiento de química sintética aplicable y exportable a otras muchas empresas del sector. Hifas da Terra abre además con una nueva línea de negocio para el propio, que es el de la micología.
El proyecto pasa por extraer activos naturales para ofrecérselos al sector
“Si fuéramos a por la patente, las investigaciones serían públicas, y los laboratorios de grandes empresas como L’Oréal o Nivea no tendrían inconveniente en asumirlas rápidamente. Lo adecuado es quedarnos con el know how para poder utilizarlo durante más tiempo. Y además con un producto diferenciado y de calidad”, explica el secretario técnico del proyecto. Su principal objetivo es el de abrir el mercado exterior a través de la participación en ferias internacionales. Y una de sus grandes bazas, el origen vegetal de los componentes activos, frente al más habitual y problemático del animal.
Para incrementar el valor añadido, sus objetivos no están en leches corporales o champús que se comercializan en botes de gran tamaño, sino en concentrados de mayor valor añadido. De ahí que las cuatro líneas principales del trabajo consistan en cremas faciales, lápices de labios, contorno de ojos y sueros hidratantes o sérum.
Un engranaje
Durante el proceso recorrido por el proyecto se han caracterizado los productos de partida, para determinar las moléculas que se enriquecen y potenciar sus beneficios. Ahora se trata de preparar el producto final para evaluar sus propiedades, y comprobar así si, como ya se vislumbra, se cumplen los niveles de calidad pretendidos. Y, por el camino, “explorar la complementariedad de las empresas y abrir nuevas colaboraciones”, resume Andrea Vázquez, directora de CosmetInnova. “Estamos haciendo algo parecido a un engranaje del que saldrán no solo estas líneas por las que avanzamos, sino nuevos productos paralelos y nuevas herramientas tecnológicas”.
No es poco para un sector en el que hay empresas que no pasan de los dos empleados, como algunas de las que forman parte de este proyecto, y que tienen que disputarse el mercado con gigantes multinacionales y su aparataje en I+D. “Pero no queda más remedio que investigar e innovar”, continúa Vázquez. “Para que las pequeñas podamos vender fuera debemos conseguir productos novedosos, diferentes. En tiempos difíciles siempre cuesta apostar por el I+D, pero todos los que estamos aquí sabemos que es la única opción”. La opción de innovar para convertir en belleza los productos de la naturaleza.
Un grupo, cinco empresas
El consorcio CosmetInnova está compuesto por las siguientes compañías:
- Iuvenor Lab, empresa mediana del sector de la producción cosmética.
- CarOi´Line Cosmética, pequeña empresa con experiencia en la elaboración de extractos naturales para el sector de la cosmética.
- Hifas da Terra, empresa dedicada a la micología, incluyendo diferentes líneas de extractos así como productos de cosmética.
- Glecex, joven empresa de base tecnológica que trabaja para obtener moléculas activas a partir de extractos naturales.
- Organistry, pequeña empresa de base tecnológica dedicada a la química sintética orgánica.
