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En diciembre de 2018, el satélite Lume-1, desarrollado por la empresa gallega Alén Space, salió hacia el espacio desde el cosmódromo de Vostochny, impulsado por un cohete Soyuz. El aparato tiene las dimensiones de una pequeña caja de cartón, y apenas pesa dos kilos, pero en su creación colaboraron decenas de expertos de todos los sectores. Entre las piezas que hacían posible que todo funcionara a la perfección, estaban unos cilindros de apenas 2 milímetros que fabricó la empresa Lupeon, un proyecto nacido en 2013 de la mano de Luis Mandayo y Adrián Sánchez, entonces dos ingenieros de Ordes que se habían acabado de escalonar y decidieron apostar por la fabricación aditiva en 3D.
“Para nosotros es un honor poder decir que nuestro trabajo está dando vueltas por el espacio”, explica Luis Mandayo, director general de la empresa. Recuerda que “Alén Space se puso en contacto con nosotros porque necesitaban fabricar unas piezas de pequeñas dimensiones y geometría compleja, que no eran posibles de fabricar mediante tecnologías convencionales, y tras estudiar el caso encontramos una solución mediante nuestras tecnologías de fabricación aditiva láser”.
Fue uno de los muchos hitos que Lupeon ha superado en los últimos años, después de echar a andar en un de los peores momentos de la crisis. “Nos trasladamos desde Ordes a Nigrán, donde contamos con unas instalaciones que nos permiten tener impresoras 3D industriales tanto para materiales metálicos como para plásticos”, cuenta Mandayo. Además, se integró en Vicalsa, un grupo con sede en Vigo y especializado en la construcción y reparación del sector naval, y abrió una oficina comercial en Madrid. “Además crecemos en equipo y en número de clientes industriales, siendo proveedores de varias multinacionales”, completa el director de la empresa.
Y en mayo de este año, meses después de que Lupeon había puesto sus primeras piezas en órbita, llegó la noticia de que eran una de las empresas seleccionadas en la aceleradora BFAero, que surgió en el marco del programa Civil UAVs Initiative de la Axencia Galega de Innovación (GAIN). Esta línea de proyectos tiene por objetivo el crecimiento de empresas innovadoras en el sector aeronáutico en Galicia, con el respaldo de referentes en la industria como Indra y Babcock. En este tiempo, también participaron en otras aceleradoras como BFA, impulsada también por la GAIN, pero centrada en el sector de la automoción, donde desarrollaron garras robóticas.
El trabajo de Lupeon en BFAero girará alrededor del diseño y optimización topológica de piezas estructurales de vehículos aéreos no tripulados, así como la fabricación aditiva de estas piezas en composites plásticos o metálicos con el fin de reducir el peso de estos vehículos y así conseguir mayor autonomía de vuelo. Según expone Luis Mandayo, el diseño y producción a partir de la impresión en tres dimensiones ofrece importantes ventajas, como la de “poder fabricar diferentes piezas de tal forma que sean más ligeras que las que fabrican a día de hoy forma convencional”. Esto supuso, destaca Mandayo, ”un paso importante para conocer más de cerca las necesidades que podemos cubrir en el sector aeronáutico”.
Para obtener estos y otros productos, Lupeon utiliza varias tecnologías, tanto en fabricación a demanda como en serie, y materiales, como el polvo plástico y metálico con diversas aleaciones, las resinas de altas precisiones o la fibra de carbono. Así, la idea de la fabricación aditiva aportación ventajas muy interesantes a la hora de la reparación industrial. Por ejemplo, a la partir de la toma de medidas o el escaneado en 3D de determinadas piezas, pueden crear un almacén virtual de repuestos para que, dentro de lo posible caso de una rotura o avería, se pueda fabricar la misma pieza en un corto espacio de tiempo.
